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La literatura me empezó a interesar cuando tenía once años al descubrir versos de mi abuelo escritos en una vieja postal enviada desde Biarritz, donde vivió tras la guerra civil.

Leí durante la adolescencia a gran parte de la Generación del 27 y aún conservo mis primeros versos escritos a la edad de 14 años con un Donostia-San Sebastián presidiéndolo todo: la vida, los sentires y el primer amor. Me quedé prendada de Delibes al leer Señora de rojo sobre fondo gris, El Hereje o La sombra del ciprés es alargada y proseguí sin descanso con sus obras completas. Desde entonces, venero tanto la prosa inmaculada del vallisoletano que cada vez que me he puesto a narrar preciso la ternura y la concentración del peregrino que entra al templo por primera vez. Los versos, en cambio, me brotan de forma muy espontánea.

En Centroamérica descubrí a grandes poetas como Delmira Agustini, Rosario Castellanos, Claribel Alegría, Violeta Luna, Ana María Rodas y muchas más, que me enseñaron a versificar desde el “ser femenino” insurgente, irreverente y subversivo.

Y hace más de una década descubrí el romanticismo alemán al recalar en Novalis, Schiller y Hölderlin, entre otros. Me ha gustado siempre la poesía rusa, a la que me he podido acercar a través de entrañables amistades y últimamente ando enfrascada en la lectura de grandiosos autores austríacos de la época de entreguerras, además de disfrutar de la poesía cubana actual, llena de matices y figuras fulgurantes.

TRAYECTORIA

Fátima Frutos es una escritora donostiarra que siente pasión por su tierra y el arte de todos los tiempos. Gran enamorada de la Historia, la Filosofía y la cultura alemana, ha estudiado parte de la Poética y la Literatura germánica, vasco-navarra, rusa, cubana y castellana.

Tras ser coautora de un manual sobre protección a mujeres víctimas de la violencia de género en el 2004 se lanza a la poesía con De Carne y Hambre (Editorial Huerga y Fierro), Premio Internacional de Poesía Erótico-amorosa del Ateneo de Guipúzcoa en el 2008.

Continúa apegándose a la tradición poética occidental, desde los clásicos griegos y latinos hasta los románticos alemanes, y gana en 2011 con Andrómeda Encadenada (Editorial Alberdania) el Premio Kutxa Ciudad de Irún, uno de los más prestigiosos en lengua castellana. Obra que ha llegado a las librerías de Centroeuropa y América.

Con Epitafio para una odalisca en 2015 (Editorial El Gallo de Oro) concluye una trilogía sobre el Eros Histórico, que es a la vez un homenaje a grandes féminas olvidadas. La dignidad y el talento de esa mitad de la Humanidad que son las mujeres es la savia por la que ha fluido en su quehacer literario.

En el año 2017, tras haber dedicado varios años al estudio del alemán, aparece su primer libro de haikus, disciplina poética muy admirada por esta autora. Así, “Haikus desde el río” (“Haikus aus dem Fluss”) en Editorial Berenice, versión bilingüe, constituye un hito en su carrera poética. En la delicadeza estilística que rezuma esta obra Frutos exalta la naturaleza germánica; dejándose cautivar por instantes ligados a los ríos. Su quinto poemario fue “En brazos de la Belleza” (Ediciones Eunate), que constituye un homenaje al mundo del Arte, a la poesía rusa y a Mallorca.

En 2019 Fátima Frutos gana el Certamen Internacional de Poesía María del Villar en Tafalla (Navarra) con la obra “Monjas, putas y locas”, que supone un reconocimiento explícito a mujeres muy destacadas por su desempeño vital y por sus conocimientos, a pesar de encontrarse estigmatizadas en la sociedad a lo largo de la Historia. Libro que se ha editado en el 2020, mismo año en que la autora ganó con “La selva bajo mi piel” el VII Premio Albert Jovell de la editorial Almuzara y la Organización Médico Colegial de España. En esta obra aborda los acontecimientos que llevaron al asesinato de Ignacio Ellacuría y sus compañeros jesuitas, así como las circunstancias que rodean a las reporteras de guerra de los años noventa.

Además, ha realizado un Máster en Estudios Avanzados de Literatura Española e Hispanoamericana en la Universidad Internacional de La Rioja.

Ostentó desde 2016 hasta 2022 la Presidencia de la Asociación Navarra de Escritores/as, en la cual desempeñó su labor con un apoyo de más de un 90% de votos en la asamblea que la eligió varias veces presidenta.

En la actualidad cursa el Doctorado en la Universidad Internacional de La Rioja dentro del grupo de investigación sobre estudios literarios de las mujeres en España y Latinoamérica, visitando la Albert-Ludwigs-Universität Freiburg. Sus líneas de investigación, tanto en Maestría como en Doctorado, siempre han sido las escritoras olvidadas, especialmente la madrileña Carlota O’Neill y la pamplonesa María Luisa Elío.

Volver a ti como a la luz.
Colocar lo sagrado en tus labios
y seguir, con la razón iluminada
los altos designios del Todo
sobre tu piel de hombre sin fin.
Volver a ti como a la Nada.
Y encontrarme en el Kosmos
tu mirada de Maestro.

Volver a ti
(“De carne y hambre”, Fátima Frutos)

FÁTIMA, EN CORTO
  • Una virtud: la perseverancia.
  • Un plato: rodaballo en Elkano de Getaria.
  • Una película: Das leben der Anderen (La vida de los otros).
  • Una pieza musical: E lucevan le stelle de Puccini.
  • Una obra de teatro: La muerte y la doncella de Dorfman.
  • Una novela: Las ratas de Delibes.
  • Un poemario: La voz a ti debida de Pedro Salinas.
  • Un ensayo: Historia de Roma de Indro Montanelli.
  • Un biógrafo: Stefan Zweig.
  • Un actor: Jeremy Irons.
  • Una actriz: Ana Fernández.
  • Un personaje histórico: Vicente Ferrer.
  • Un cocinero: Aduriz
  • Una directora de cine: Isabel Coixet.
  • Un camino: la ruta jacobea a su paso por Navarra.
  • Un momento en la vida: Cuando vi los ojos de mi hijo por primera vez.
  • Un lugar: El Peine de los Vientos.
  • Una afición: la gastronomía y la enología.
  • Una imagen: la desnudez del amado.
  • Una fobia: la mediocridad.
  • Un sueño: Ser Tambor de Oro en Donostia-San Sebastián.
  • Una heroína: Felicitas Frutos.
  • Un país: El Salvador.
  • Un cantautor: Konstantin Wecker.
  • Una orilla: la del Elba.
  • Un pensador: Ellacuría.
  • Una asociación: APERNA